lunes, 11 de diciembre de 2006

Enrique Santos Discépolo "Discepolín"






Historia de un poeta del sentimiento




Nació el 27 de Marzo de 1901 en una familia que sentía la música.

Su padre, Santos Discépolo, era de origen italiano, músico, director y maestro.

Su madre, Luisa Deluchi, era ama de casa y cuidaba a sus cuatro hijos, de los que Enrique era el menor.

Según él mismo declaró en varias oportunidades su infancia fue muy dura y triste: con cinco años recién cumplidos debe soportar la pérdida de su padre a causa de un cáncer fulminante.

El dolor fue inmenso, no sólo para Discépolo, sino también para su madre quien cayó en una profunda depresión que la llevó a una tuberculosis que le quitó la vida tres años después de la muerte de su marido.

Con todo el dolor de convertirse en huérfano se va a vivir con unos tíos y su hermana Otilia, pero no recuerda con agrado esa experiencia como lo declaró en un reportaje a un periodista cuando dijo : " Tenía que dormir bien quieto para no molestar a esa gente ".

En 1911 su hermano Armando se casa y lo lleva a vivir con él. Ahí retoma los estudios de música en honor a su padre.

A los 15 debuta como actor en la compañía de Roberto Casaux, bajo el apodo de E. Santos. En esta misma etapa empieza a componer obras de teatro y canciones pero sin demasiada repercusión.

Su primer protagónico fue en la obra "Mateo" que había escrito su hermano Armando.

En 1924 estando en Montevideo estrena su primer Tango "Bizcochito"
(Letra : José A. Saldías), y un año mas tarde escribiría "El Organito" junto a su hermano y "Qué va-cha-ché" que describía la situación social que atravesaba el país.

A partir de aquí todas sus letras tendrían un toque dramático y catastrófico y mucho dolor oculto.

Él, por su parte, tenía una personalidad alegre, festiva y picaresca.
Su pasión era el estudio y no perdía oportunidad de leer algún libro que le dejara algún conocimientos, sus amigos se dividían en dos grupos: los actores y los intelectuales, siempre extremista.

Quién sabe porqué el destino hizo que este poeta viviera en una de las épocas más negras de la Argentina.
Discépolo se transformó en
"la voz del Pueblo", mimetizándose con el dolor, el abandono y la injusticia que se ejercía con los porteños en esos años.

En esa época escribió varios éxitos, uno tras otro como: "Esta noche me emborracho", "Chorra", "Soy un arlequín", "Yira, yira", "Victoria", "Qué sapa señor", "Sueño de juventud", etc.

Cuentan los historiadores a modo de anéctoda que el tango "Esta noche me emborracho" no querían cantarlo, hasta que después de tanto vagar consiguió que Azucena Maizani lo interpretara y se convirtió en un éxito. Con éste mismo tango es que casi por azar conoció a la que sería la compañera de toda su vida : Tania.

La historia cuenta que José Razzano conoció a la cantante en "Casino", el lugar donde actuaba, y convenció a Discépolo de que lo acompañara.
Ricardo Espinosa

3 comentarios:

Leonardo Machett's dijo...

Oye sabes que sí tenemos muchos puntos de encuentro, Discépolín es uno más de ellos:D. Te agradezco la lectura y los calidos comentarios. Por otro lado tu blog y la música que encuentro en él me recuerda muchisimo a Buenos Aires, ciudad de la cual me enamoré la primera vez que la conocí, me encantaron sus calles, su música, sus cafés y librerias espero algún día volver, volver, volver
un abrazo, hasta pronto
Leonardo

Senén dijo...

Siempre hay tragedias detras de la historia de estos grandes creadores. A los 8 años quedó huérfano... que dolor impresionante. Eso marca para toda la vida y en ocasiones se logra derivar ese dolor para la creatividad.
Es el caso de este genio.
Gracias por este escrito.
Saluti tanti
Senén

Maria Ines dijo...

Leonardo:
A pesar del paso del tiempo, exactamente cuatro meses y pico, encuentro aquí tu comentario, que agradezco y con las debidas disculpas por esta tardanza mía.
Cariños.

Senén:
Y a pesar de la dramaticidad de sus letras, a estas alturas, podríamos decir que se quedó corto.
Un cariño muy grande