"Un lugar cálido para el encuentro entre amigos, donde la mesa, el tango y el café serán la excusa perfecta para entablar la charla sincera, el comentario íntimo y coloquial y cada tanto... Cambiaremos ritmos y tomaremos aperitivos según nos vaya llevando el activo parloteo."
lunes, 13 de agosto de 2007
La Música...
La música suena
desde lugares sibilinos,
donde las manos de las hadas
bordan pentagramas,
en delicados hilos de seda...
Y sueltan a volar las semifusas,
sostenidas por el licor errante,
que abre a la creación la puerta,
para que la inspiración asista...
Y siendo uno, a destiempo,
instinto y musa,
acompañan al alma...
contruyendo
castillos de notas,
resistiendo
arrebatados vientos,
y provocando llantos de miel y ron...
Y en este mundo casi sin estrellas,
donde mueren los sueños
y se recortan los poetas,
la música suena
como una sobreviviente del romance,
como un estamento,
como un espejismo del alma...
Allí donde los pájaros anidan,
desde el corazón de la hondonada
o desde la montaña,
silbando
al compás de los gorriones,
o amaneciendo
cubierta de escarcha...
Asoma la música,
por la gracia de ser.
Y suena desde el horizonte
hasta el infinito de mi casa,
o en las gotas de lluvia
golpeteando la tierra,
o desde el mar
trayendo furtivos bemoles,
o en el agua de pozo
que llena cántaros,
para humedecer canteros
que a su ritmo comulgan
o simplemente...
desde mi corazón sinfónico...
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