
Te escucho al caminar...
Lentamente.
Pensativa y sola,
vago por estas calles empedradas,
que impregnadas de acordes,
me envuelven el alma...
Estalla mi corazón en un disloque,
y en su manifestación me transporta...
Abro entonces mis alas incoloras,
llenas de néctar y rocío,
para volar en esta noche,
vacía de carnaval
y de comparsas,
y entre los tirabuzones,
asolan los recuerdos
y desolan los juegos,
me angustian las ausencias
me alegran las presencias,
me turban los sentidos
y se me aclara la conciencia...
Salgo de este rincón loco del mundo
con lluvia, truenos y nostalgia,
mientras escucho contrabajeando...